martes, 23 de septiembre de 2008

Las Llanuras del Tránsito (2ª Parte)

Nos quedamos en el anterior resumen, en que Winye se había escapado con una manada de caballos….

Al amanecer Jondalar y Ayla se apresuran en ir en busca de Winye, con la ayuda de Corredor y de Lobo, este último empieza a rastrear el recorrido que ha hecho la yegua y le lleva a un paraje, cuando Ayla silba a Winye, con el sonido característico, la yegua lo reconoce enseguida y quiere ir hacia ella el problema surge cuando quiere ir hacia Ayla, que un caballo se lo impide poniéndose en medio.

De pronto se produce una estampida y los caballos van directamente a caerse en un barranco, pero Ayla, corre tras Wynie con Corredor a lomos para alcanzarla y lo consigue. Cuando la desmonte y ve caer a todos los caballos hacia el barranco, se pregunta que habrá podido pasar…Cuando va a ver si Jondalar esta bien, se da cuenta de que en el sitio donde le tenia ubicado hay rastros de sangre y cercos de que le han movido. Ayla coge algunas provisiones y también a Winye, Corredor y a Lobo, al cual le dice que rastree el rastro de Jondalar. Lobo, empieza a rastrear junto con Ayla con mucha precaución.

Mientras tanto Jondalar se despierta en un zulo, con sus ropas raídas, sucias y sediento.

También se da cuenta de que le tienen atado, y cuando intenta pedir una explicación, le dicen que no tiene ningún tipo de derecho….

Al cabo de las horas hablando con otros prisioneros se da cuenta de en dónde se encuentra, el lugar es como un pequeño campo de concentración para hombres, en el cual gobierna una mujer muy cruel que quiere exterminar a este sexo.

Ayla mientras tanto lo esta divisando todo por la reja del campamento, y decide entrar cuando a Jondalar le han atado a un árbol y le piensas cortar su miembro varonil. Todo el mundo se queda estupefacto y perplejo al ver a una mujer cabalgar a lomos de una yegua, con un potro y un lobo al lado.

Finalmente la situación, se salva sin ningún herido y el pueblo de los S’Armunais, vuelve a ser libre.

Jondalar y Ayla cogen sus cosas y siguen con su largo viaje, hasta encontrarse el glaciar. Cunado se adentran todavía están en temporada de hielo, pero se tienen que dar prisa porque la primavera se está echando encima. Dentro del glaciar pasan penalidades, de tal manera, como el frío constante, la falta de comida, y la falta de atención a los caballos que tienen grietas en los cascos de las patas, por lo que a Ayla se le ocurre una idea que consiste en fabricarles unos patucos para que así los cascos no se les estropeen.

En el camino del glaciar, se verán los malos humos y la irascibilidad, que da pasar por ciertos apuros. Pero finalmente pasan el glaciar y salen a la tierra de los Lanzadonni, en donde se crió Jondalar y de donde es el hombre de su hogar (Dalannar), por lo que deciden hacer una pequeña parada para visitarlos y así también que Ayla conozca a algunos familiares de Jondalar, como a su prima.

Cuando aparecen todo el mundo se pone muy contento y feliz de que este bien, pero a al vez tristes debido a que Jondalar trae la noticia de que su hermano Thonolan murió en el viaje y el afortunadamente fue salvado por Ayla.

Con los Lanzadonni, Ayla no tiene ningún problema en relacionarse con ellos, debido, a que son gente muy acogedora y además se da cuenta de que no todos los pueblos desprecian al clan, ya que Dalannar ha adoptado a Echozar, un ser de espíritus mixtos el cual quiere contraer matrimonio, con la hija de Dalannar (la prima de Jondalar).

Finalmente antes de que Ayla y Jondalar partan para la tierra de los Zeladonni, prometen verse en la reunión de los pueblos, para que puedan asistir a la unión de Ayla y Jondalar, ya que a este le hace mucha ilusión la presencia de Dalannar.

Ayla por su parte ya va menos asustada al pueblo de Jondalar después de haber hecho un pequeño paréntesis con los Lanzadonni, aunque le sigue todavía dando algo de miedo por si no es aceptada por la familia de Jondalar pero de lo que si está completamente segura es del amor que se tiene el unos al otro….

Bueno y aquí acabaría el 4º libro de la saga, el final me ha quedado un poco culebrón pero si os leéis el libro os daréis cuenta de que en realidad es así, y así es como finalmente el largo viaje ha dado sus frutos y ya por fin se encuentran en casa.

Ahora nos queda ver si el pueblo de Jondalar es tan intolerante con la gente del clan como le ha contado o si por el contrario al paso del tiempo, han ido cambiando de opinión…

1 comentario:

almudena.. dijo...

Jejejejeje....
me ha gustado mucho tu aclaración final: "el final me ha quedado un poco culebrón pero si os leéis el libro os daréis cuenta de que en realidad es así" al principio parece que vas a decir que en realidad no es un libro tan culebron, pero al final dices que sí, que es un culebrón andante, jejejeje....
bueno, mejor, asi tiene más chicha...

aaayyyy, estoy deseando llegar a casa y continuar leyendo....

y esas tias tan perras de donde han salido?
¿¡Que le querian cortar a Jondalar que!? jajaja. pero si le quitas eso y que te queda? un tallador de pedernal? buah, de esos hay muchos? pero machotes como el???
esas tias estan tontas... oye, no tendran nada que ver con Ruth y su granja de hombres, no? jajajaja....

bueno, parece que tiene buena pinta y que al final va a salir todo bien....

almudena..